
Pichilemu: Surf, eat, sleep, repeat
Esta semana surfeé mi primera ola. Fue una ola de nada, una simple arruga en la superficie, pero fue la […]
Esta semana surfeé mi primera ola. Fue una ola de nada, una simple arruga en la superficie, pero fue la […]
Me gusta empezar a sentirme como local, pero con la miradita fresca del que recién llega a ver qué es […]
El endeudamiento es el mal asumido al que se enfrentan los chilenos que quieren acceder a la educación superior en […]
Un ejercicio de recordar, y amar, al primer hogar.
Una serie de relatos cortos.
Una serie de relatos cortos.
Hace más o menos un año decidí por cuenta propia abandonar el periodismo, o al menos eso me dije a mí misma.
En Lomography Magazine me eligieron como Newcomer of the Week. Aquí puedes leer la entrevista y ver más de mis fotos.
De Mérida me quedo con mucho, pero sobre todo con la paz de esos paisajes prístinos, el olor a aire verdaderamente limpio y el sabor a mora recién cosechada. Dicen por ahí que es el Estado más lindo de Venezuela y estoy considerando seriamente darles la razón.
Mochima es un lugar que solo se vuelve más bello gracias a la gente que en él te encuentras. Es la típica historia de la sonrisa amable y la risa fuerte, tan fuerte como las olas del mar cuando anda picado.
Desde septiembre de 2015 el paso fronterizo entre Colombia y Venezuela por el estado Zulia se mantiene cerrado y en estado de excepción. El paso por vía terrestre es una aventura nada agradable. A continuación, una crónica y una advertencia para el viajero.
Líneas inspiradas por una pequeña isla en orillas del Caribe.
La idea de esta columna me va dando vueltas desde hace rato, porque el secreto de viajar siendo veinteañero, con sueldo de veinteañero es uno que varios hemos ido conociendo de a poco pero no todos revelan, y la verdad es que yo no sirvo para guardar secretos.
La primera marca me la dejó mi madre. Igual a la que mi abuela le dejó antes a ella. Ya no duele como tal, pero está ahí, presente, palpitante, y de vez en cuando arde.
Díganme, si los nazis eran los opresores ¿Cómo es que nos ganamos nosotras, las históricamente oprimidas, tal denominación?.
Estuvimos en la marcha “Por un 8 de Marzo sin Abortos Clandestinos” en Santiago de Chile y le preguntamos a los asistentes ¿Qué les hizo ser pro-aborto?
Venezuela no es Ferguson, nadie hace franelas ni virales con las últimas frases de sus muertos, ningún famoso nos menciona en los Oscar, pero eso no quiere decir que las cosas no ocurran y no nos duelan.
No es que las mujeres seamos estúpidas, como muchos quieren afirmar, por enviciarnos de tal manera con una trama tan ridículamente ingenua y mal redactada, es que en verdad no nos han dejado mucho más para elegir.
Hijos de la Dictadura es una serie de crónicas que relata, desde el punto de vista de quienes los vivieron cuando niños, los últimos años de la dictadura de Augusto Pinochet en Chile.
Me parece que son más inteligentes los que descubren cómo ser felices en medio de este mundo de mierda, triste y cruel.
No soy una víctima, pero aún así siento miedo.